El deseo es un desgarro profundo que solo se cura con el amor
Tras la publicación de Yo te miro y Yo te siento, llega el final de la trilogía
Después de descubrir el deseo más instintivo, Elena decide ahora vivir el amor plenamente, sin ataduras. Ha renunciado a la pasión de Leonardo y a la seguridad de Filippo. Sin embargo, el ir y venir de encuentros sexuales en el que está inmersa le es ajeno hasta tal punto que ha dejado de disfrutar con ello. Solo es una manera de llenar una ausencia que le quema el alma y no la deja olvidar.
Sin embargo, como dos polos opuestos, el destino vuelve a atraer a Leonardo hacia Elena después de un trágico accidente. Elena está en una cama de hospital y Leonardo vuelve a su vida sin llamar a la puerta. Quiere curarla de sí misma, que sanen por dentro y por fuera las heridas de la única mujer que le hizo perder el control. Las quiere sanar con el fuego de su pasión, que no puede contenerse. Pero su pasado va a volver para herirlo también a él en lo más profundo... y solo el amor puro e incondicional de Elena podrá salvarlo.
Reseñas:
«Más pasional que Cincuenta sombras de Grey. Hay sexo, y en abundancia. Pero no enseguida, porque está dosificado como se debe».
Il Giornale
«Más pasional que Cincuenta sombras de Grey. Hay sexo, y en abundancia. Pero no enseguida, porque está dosificado como se debe».
Il Giornale
«Tres libros escritos como un mapa sensorial para el descubrimiento del placer y de los vórtices del erotismo. Rizzoli apuesta por una joven y prometedora escritora del norte, nueva sacerdotisa erótica investida del redescubrimiento de un epicureísmo moderno que hunde sus raíces en la tradición italiana del arte, de la cocina y del savoir-faire latino».
Gazzetino
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