Hace unos años, cuando los ebooks se estaban poniendo de moda y cuando todo el mundo dentro de la industria tecnológica parecía estar lanzando su propio ereader o intentando hacer ‘algo’ en ese mercado, uno de los temas recurrentes que se publicaban sobre cómo el ebook estaba revolucionando la industria del libro y de la cultura era el impacto que había tenido en la novela romántica. Las cifras, como todo, venían de los países anglosajones y demostraban que desde que se leía en formato electrónico se leían muchas más historias de amor. A los lectores (lectoras, se podría decir) ya no les importaba tanto comprar esas novelas, porque ya no tenían que hacerlo de forma visible. El formato electrónico anonimazaba todo el proceso de compra y hacía que nadie supiese qué libro se estaba comprando y qué libro se estaba leyendo, lo que eliminaba el temor a ser juzgado por los hábitos lectores.
Las cifras que manejaban las editoriales mostraban entonces que las tasas de lectura en electrónico de estos libros iban en aumento y que con ello se estaba llegando a nuevos públicos. Las encuestas sobre lectores indicaban entonces que “los lectores de romántica han sido los primeros en migrar a los ebooks“, como apuntaba una fuente editorial entonces a The Guardian, y que estos lectores estaban comprando ebooks de forma regular. En los tres primeros años del boom del ebook, las ventas en Estados Unidos de estos libros crecieron en un impresionante 1.000%. Y el ebook también tuvo un impacto directo en la construcción del bombazo de la novela erótica hace unos años.
Lo cierto es que, aunque la mayoría de los datos y de los primeros informes llegaron de los países de habla inglesa, el éxito de la romántica y la erótica en formato electrónico fue mucho más genérico y afectó a muchos más mercados. Según datos que Grammata publicaba a principios de 2015, la romántica y la erótica eran los géneros que más se compraban en las librerías electrónicas (tanto que eran el 33% de todas sus ventas de libros de 2014). Según sus análisis, los dos géneros estaban viviendo un boom de ventas que se remontaba ya a 5 años atrás.
El formato electrónico se ha convertido, por tanto, en una nueva llamada de atención sobre los lectores del género. “Indudablemente”, nos contesta María José de Jaime, la editora de Libros de Seda, cuando le preguntamos si el ebook ha ayudado a captar nuevos lectores para el género. “Tanto la novela romántica como la erótica vende mucho en formato electrónico. Más que captar nuevos lectores, creemos que lo que el ebook ha permitido es leer mucho más a los que ya leían. Los nuevos lectores han venido por el cambio que hemos hecho entre todos, portadas cuidades, novelas en las listas de los más vendidos, mejor calidad editorial, etc”, puntualiza.
El boom del formato ebook ha traído además consigo nuevos fenómenos editoriales y ha ayudado a visualizar elementos que ya funcionaban en el mercado editorial pero que no lograban llegar a tantas personas o a tanto lectores como están consiguiendo ahora. El boom de la autoedición ha hecho que muchos sean los que se lanzan a publicar sus obras y los que las están leyendo y el género romántico es uno de los más populares en ese entorno. “Lo que más se vende, en general, es ficción”, explicaba Koro Castellano, directora de Kindle España, cuando me hablaba hace unos meses de lo que se estaba haciendo en autoedición en España, “y lo más popular tanto desde el punto de vista de los autores como de los lectores es romántica y misterio”.
La autoedición ha hecho que el mercado sea mucho más amplio, que haya más contenidos y que posiblemente se lea más. También se podría decir que ha añadido mucha más competencia. “Claro que supone más competencia”, apuntan desde Harlequin cuando se le pregunta sobre el tema, “pero al mismo tiempo hace que el género sea más visible y también nos impulsa a esforzarnos más”.
EL PROBLEMA REAL ES LA PIRATERÍA
Aunque la cuestión principal, el elemento que el ebook ha puesto sobre la mesa de la industria editorial y que realmente preocupa a las editoriales, no es tanto el cómo puede haber cambiado el ebook los hábitos de lectura o cuánto ha abierto el mercado a nuevos jugadores. La cuestión clave es que el ebook ha abierto la puerta a la piratería de libros.
“El ebook es un arma de doble filo”, señala Cristina Armiñana, de Penguin Random House. “Por un lado, permite leer lo que quieras sin que nadie te juzgue (para los que todavía creen que han de avergonzarse por leer romántica). Por otro lado, el ebook ha hecho mucho daño porque ha abierto la posibilidad del pirateo, que es rampante en este género”, añade.
De piratería también habla Esther Sanz, de Titania, cuando se le pregunta si el ebook ha ayudado a captar nuevos lectores para el género. “Por un lado, sí. El ebook permite comodidad: puedes almacenar muchas novelas en poco espacio y esto resulta muy cómodo cuando vas de viaje. Las lectoras del género suelen leer mucho y el ebook es algo más económico que el papel… Sin embargo, no podemos olvidar que el ebook también favorece la piratería y muchas veces, lamentablemente, el crecimiento de lectores no va acompañado de mejores ventas”, asegura.
Con este contenido acabamos nuestro especial sobre novela romántica que empezó con nuestro longform con una visión genérica sobre el género y continuó con un tema sobre cómo han cambiado las portadas
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