Hola, mi nombre es Hugo Landolfi. Hoy quiero explicar un tema sobre el cual recibo constantemente muchas consultas y es el tema al que las personas llaman crisis vitales, problemas en la vida.
¿Qué pasa cuando en la vida nos encontramos ante una crisis? ¿Qué es una crisis? Habitualmente es la presencia de un hecho, algo que sucede, frente a lo cual nuestras estrategias para afrontarlo empiezan a tener dificultades porque ese hecho, de alguna manera, atenta contra el modo de pensar o el modo de vivir que teníamos hasta ese momento. Si ponemos una metáfora, podemos decir que tener una crisis es como perder un poco el piso sobre el cual estamos parados. Toda persona en crisis siente que aquellas seguridades o aquellas firmezas donde se encontraba sentado empiezan a moverse, empiezan a estar flojas y ahí empieza a aparecer la incertidumbre, la inseguridad y todas esas cuestiones que ya conocemos las personas que hemos tenido crisis a lo largo de la vida.
Si hiciéramos un gráfico para explicar la crisis primero partiríamos de dos ejes, a un eje lo denominaríamos “tiempo” y al otro “certidumbre o seguridad”. En el medio de los ejes podríamos colocar lo que se llama incertidumbre, el cual es un elemento que genera la crisis.
Nosotros vemos que a lo largo de la vida, en distintos aspectos, vamos teniendo ondulaciones en cuanto a la certidumbre y a la seguridad. Por ejemplo, uno de los aspectos de la vida son las relaciones interpersonales, y esas relaciones nos dan mayor o menor grado de seguridad o incertidumbre de tal modo que si graficamos a lo largo del tiempo nuestra línea de relaciones podemos notar que es algo ondulante pero que se mantiene en una línea.
Podemos también graficar otro elemento de la vida, como por ejemplo el trabajo, el dinero que ganamos, lo que podemos hacer con ese dinero, y ese elemento podría asociarse a una curva similar al de las relaciones interpersonales. Podemos agregar un tercer elemento, como por ejemplo la fe religiosa donde esto también tiene oscilaciones a lo largo de la vida. Mientras que las variables de certidumbre e incertidumbre de cada uno de estos aspectos, los cuales son muchos más en la vida, se mantengan dentro de ciertos márgenes, la crisis no aparece porque ya estamos acostumbrados a esa variabilidad en la certidumbre o incertidumbre.
¿Qué pasa cuando en alguno de estos aspectos aparece una variación muy intensa? Nos ocurre algo importante en la vida, nos aumenta la incertidumbre sobre todas aquellas cosas que en la vida nos daban seguridad y nos colocan frente a una situación nueva porque cuando estábamos manejando anteriormente esas pequeñas variaciones de incertidumbre, no nos poníamos a pensar determinadas cosas sobre la vida, cosas que las crisis nos llevan a pensar.
Cuando estas cosas pasan se comienza a disparar en la vida de las personas lo que se llaman reflexiones filosóficas. Empezamos a pensar sobre la vida, sobre qué es la vida, para qué estamos, sobre la naturaleza de aquella cosa que generó la crisis, hacia donde vamos, nos hacemos preguntas que antes de la crisis no estaban presentes en nuestra vida. La crisis nos pone frente a las preguntas más importantes de la vida, preguntas que usualmente son de carácter filosófico, y preguntas sobre las que habitualmente en nuestra vida no tenemos presentes, es como si viviéramos alejados de las cuestiones más importantes de la vida.
Pero, ¿qué pasa cuando en la vida aparecen crisis graves que son simultaneas?Estamos ante la presencia de una gran crisis porque las personas pierden todas las seguridades y certidumbres que antes tenían. Esto pasa cada tanto en la vida y, si bien nos ponen frente a las preguntas más importantes de la vida las cuales son filosóficas, a veces no tenemos herramientas para responderlas y no tenemos elementos en donde apoyarnos ya que todos han caído. Usualmente la persona que se encuentra en esta situación no puede ver a futuro. Pero si miramos usualmente la vida como si pudiéramos abstraernos de la misma y ver estas grandes crisis a la distancia, nosotros veríamos que nuestra vida es una recuperación. A veces una de las crisis sirve para elevar alguno de los aspectos. Entonces, no debemos olvidarnos de nuestro futuro ante una gran crisis, en el sentido de que usualmente el futuro implica una recuperación de esa crisis y, a veces en alguno de los aspectos, una superación del estado anterior de certidumbre o incertidumbre. Cuando suceden estas crisis aparecen los suicidios, las adicciones, las drogas, el alcohol. Algunas de estas crisis pueden ser causadas por la pérdida de un hijo, de una madre, de un padre, la pérdida de un trabajo muy importante, la pérdida de la fe. Hay muchos aspectos de la vida que cuando se juntan en crisis hacen que el desafío de la persona para superarlas sea mucho mayor.
Entonces, ¿qué hacer frente a estas cosas? El primer paso es no desesperarse, porque no debemos enfocarnos solamente en el presente de la crisis y olvidarnos del futuro. El futuro usualmente nos muestra que muchos de esos aspectos se van a solucionar y que algunos van a ser superados del estado anterior en el que se encontraba. El segundo paso es buscar apoyo ya sea profesional o de un amigo, no tenemos que quedarnos quietos. El tercer paso es pensar las cuestiones filosóficas de la vida ante la cual la crisis nos pone violentamente de frente. Pensar, reflexionar, volver a conectarnos con las cosas más importantes de la vida, recuperar la fe, recuperar aquellas cosas que hemos perdido. Todo esto seguramente nos va a re-orientar hacia una vuelta a la certidumbre y a la seguridad que la crisis de la vida nos ha quitado.
Estas son simplemente algunas ideas para que reflexionemos sobre algo tan importante en la vida del hombre y del ser humano que son las crisis y frente a lo cual ninguna persona puede decirse que se encuentra ajeno a sufrirlas.
¿Qué pasa cuando en la vida nos encontramos ante una crisis? ¿Qué es una crisis? Habitualmente es la presencia de un hecho, algo que sucede, frente a lo cual nuestras estrategias para afrontarlo empiezan a tener dificultades porque ese hecho, de alguna manera, atenta contra el modo de pensar o el modo de vivir que teníamos hasta ese momento. Si ponemos una metáfora, podemos decir que tener una crisis es como perder un poco el piso sobre el cual estamos parados. Toda persona en crisis siente que aquellas seguridades o aquellas firmezas donde se encontraba sentado empiezan a moverse, empiezan a estar flojas y ahí empieza a aparecer la incertidumbre, la inseguridad y todas esas cuestiones que ya conocemos las personas que hemos tenido crisis a lo largo de la vida.
Si hiciéramos un gráfico para explicar la crisis primero partiríamos de dos ejes, a un eje lo denominaríamos “tiempo” y al otro “certidumbre o seguridad”. En el medio de los ejes podríamos colocar lo que se llama incertidumbre, el cual es un elemento que genera la crisis.
Nosotros vemos que a lo largo de la vida, en distintos aspectos, vamos teniendo ondulaciones en cuanto a la certidumbre y a la seguridad. Por ejemplo, uno de los aspectos de la vida son las relaciones interpersonales, y esas relaciones nos dan mayor o menor grado de seguridad o incertidumbre de tal modo que si graficamos a lo largo del tiempo nuestra línea de relaciones podemos notar que es algo ondulante pero que se mantiene en una línea.
Podemos también graficar otro elemento de la vida, como por ejemplo el trabajo, el dinero que ganamos, lo que podemos hacer con ese dinero, y ese elemento podría asociarse a una curva similar al de las relaciones interpersonales. Podemos agregar un tercer elemento, como por ejemplo la fe religiosa donde esto también tiene oscilaciones a lo largo de la vida. Mientras que las variables de certidumbre e incertidumbre de cada uno de estos aspectos, los cuales son muchos más en la vida, se mantengan dentro de ciertos márgenes, la crisis no aparece porque ya estamos acostumbrados a esa variabilidad en la certidumbre o incertidumbre.
¿Qué pasa cuando en alguno de estos aspectos aparece una variación muy intensa? Nos ocurre algo importante en la vida, nos aumenta la incertidumbre sobre todas aquellas cosas que en la vida nos daban seguridad y nos colocan frente a una situación nueva porque cuando estábamos manejando anteriormente esas pequeñas variaciones de incertidumbre, no nos poníamos a pensar determinadas cosas sobre la vida, cosas que las crisis nos llevan a pensar.
Cuando estas cosas pasan se comienza a disparar en la vida de las personas lo que se llaman reflexiones filosóficas. Empezamos a pensar sobre la vida, sobre qué es la vida, para qué estamos, sobre la naturaleza de aquella cosa que generó la crisis, hacia donde vamos, nos hacemos preguntas que antes de la crisis no estaban presentes en nuestra vida. La crisis nos pone frente a las preguntas más importantes de la vida, preguntas que usualmente son de carácter filosófico, y preguntas sobre las que habitualmente en nuestra vida no tenemos presentes, es como si viviéramos alejados de las cuestiones más importantes de la vida.
Ahora bien, vamos a suponer que tenemos una crisis en un aspecto solo, por ejemplo en las relaciones interpersonales, y en los otros aspectos las cosas se mantienen similares. Generalmente cuando acaece una crisis importante en uno de los aspectos de nuestra vida, tenemos un gran aumento de incertidumbre pero no es algo sumamente grave. Nos lleva a cuestionarnos determinadas cosas pero como todavía podemos hacer pie en otros aspectos de nuestra vida, como por ejemplo seguir teniendo un buen trabajo, seguir conservando la fe religiosa, en general se puede salir medianamente airoso de estas situaciones.
Pero, ¿qué pasa cuando en la vida aparecen crisis graves que son simultaneas?Estamos ante la presencia de una gran crisis porque las personas pierden todas las seguridades y certidumbres que antes tenían. Esto pasa cada tanto en la vida y, si bien nos ponen frente a las preguntas más importantes de la vida las cuales son filosóficas, a veces no tenemos herramientas para responderlas y no tenemos elementos en donde apoyarnos ya que todos han caído. Usualmente la persona que se encuentra en esta situación no puede ver a futuro. Pero si miramos usualmente la vida como si pudiéramos abstraernos de la misma y ver estas grandes crisis a la distancia, nosotros veríamos que nuestra vida es una recuperación. A veces una de las crisis sirve para elevar alguno de los aspectos. Entonces, no debemos olvidarnos de nuestro futuro ante una gran crisis, en el sentido de que usualmente el futuro implica una recuperación de esa crisis y, a veces en alguno de los aspectos, una superación del estado anterior de certidumbre o incertidumbre. Cuando suceden estas crisis aparecen los suicidios, las adicciones, las drogas, el alcohol. Algunas de estas crisis pueden ser causadas por la pérdida de un hijo, de una madre, de un padre, la pérdida de un trabajo muy importante, la pérdida de la fe. Hay muchos aspectos de la vida que cuando se juntan en crisis hacen que el desafío de la persona para superarlas sea mucho mayor.
Entonces, ¿qué hacer frente a estas cosas? El primer paso es no desesperarse, porque no debemos enfocarnos solamente en el presente de la crisis y olvidarnos del futuro. El futuro usualmente nos muestra que muchos de esos aspectos se van a solucionar y que algunos van a ser superados del estado anterior en el que se encontraba. El segundo paso es buscar apoyo ya sea profesional o de un amigo, no tenemos que quedarnos quietos. El tercer paso es pensar las cuestiones filosóficas de la vida ante la cual la crisis nos pone violentamente de frente. Pensar, reflexionar, volver a conectarnos con las cosas más importantes de la vida, recuperar la fe, recuperar aquellas cosas que hemos perdido. Todo esto seguramente nos va a re-orientar hacia una vuelta a la certidumbre y a la seguridad que la crisis de la vida nos ha quitado.
Estas son simplemente algunas ideas para que reflexionemos sobre algo tan importante en la vida del hombre y del ser humano que son las crisis y frente a lo cual ninguna persona puede decirse que se encuentra ajeno a sufrirlas.
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